
La fotografía siempre fue algo que me despertó mucha curiosidad pero no lo había considerado como profesión hasta que estando en la Universidad (en la carrera de danza) empecé a tener algunos trabajos como modelo, y en vez de estar concentrada en la parte de modelaje en cada sesión de fotos o producción audiovisual en la que participaba pasaba maravillada viendo todo lo que hacían las personas del otro lado de la cámara.
Con esa inquietud apenas terminé mi Bachillerato en Danza empecé a sacar estudios técnicos en edición y fotografía, después de eso mi proceso laboral se fue dando de manera muy fluida, inicié trabajando en una agencia de publicidad editando anuncios comerciales mientras llevaba fotografía.
Tenía unas ganas enormes de mejorar y de mejorar rápido (bien intensa jaja), así que decidí en el 2018 hacer un reto de 365 días, la idea era sacar 365 fotos en 365 días, pero no quería que fueran fotos ¨sencillas¨o por salir del paso, realmente quería con cada foto explorar alguna técnica de edición, alguna técnica a la hora de tomar las fotos o explorar algún concepto.
No completé los 365 días pero sí que logré mejorar bastante y fue el inicio de lo que hasta la fecha es una búsqueda de mi estilo como fotógrafa, aquí te dejo algunas imágenes de este reto:
Pasé por otros trabajos en edición y fui creadora de contenido para una pequeña agencia de publicidad, además después de esto me lancé con un primer proyecto como independiente que se llamó Creative Complement, no duré mucho con el proyecto porque no tenía muy claro hacia donde quería direccionarlo pero si que me sirvió para adquirir varias habilidades que no sabía que iba a necesitar más adelante.
Todo es un proceso y para llegar donde nos visualizamos muchas cosas tienen que pasar, hay que cometer muchos errores para aprender y ganar experiencia (así que no le tengan miedo a equivocarse, es parte).
En el 2021, después de una crisis personal que me mantuvo algo bloqueada creativamente (o eso creí en el momento) me senté a ver mis fotos de hacía unos años y las que estaba haciendo actualmente y me di cuenta que cada fotografía reflejaba demasiado como me sentía en ese momento en particular, cada fotografía, cada autorretrato era una manera de expresarme, de desahogarme, de mostrar mi mundo interno y ni siquiera era consciente de ello hasta ese momento.
A partir de ahí empecé a explorar esas emociones, pensamientos e ideas de forma mucho más consciente.
Creo que es importante adueñarnos de nuestros procesos, de nuestras historias, por que así es como luego podemos compartirlas e incluso cambiarlas, y re direccionar nuestro rumbo cuantas veces necesitemos.
Eso es parte de mi propósito, mostrar esos procesos, esas historias, ideas y emociones de manera visual, dejando salir nuestros mundos internos e imaginación.